Ayúdame a mirar esta pequeña noche
su penumbra de astros mordisqueados
en la luz, la misma de los sueños inunda
cada hoja, cada rostro, la imagen que vemos
en las negras placas del soldador
en la pared el reflejo de las nubes se mueve
en olas de acuarela, sombras que se alargan
la temperatura desciende y todo brilla
es el turno de la luna, los perros ladran
los pájaros dejan de cantar
las madres buscan a sus crías
y las plantas hacen un ruido de dientes que se recogen
como la mujer que al otro lado de la montaña
canta en sonidos cortados una invocación
de quién sabe qué fechas, qué dioses.