Hoy se terminó el Estado de Excepción. Habrá que ver qué significa eso, porque normalidad no será. En once días pasamos de la excepcionalidad chilena, esa que no era sudamericana, al Estado de Excepción.
Aunque tire a la normalidad, nada asegura que lunes, martes y miércoles no sean un Halloween anticipado. Se concretarán cambios de gabinete y se presentarán acusaciones constitucionales en estos días y la televisión tal vez retome su normalidad de teleseries turcas.
Pero del futuro sabemos lo mismo que sabíamos el 15 de octubre.
No será excepción pero tampoco normal. O puede ser que, durante un tiempo, nuestra normalidad sea como decía un columnista que tenemos acá, cuando describía el Toque de Queda: entre diez y diez y media.