Periodista, escritor. Polemista. Cayuqueo es de las más consistentes voces nuevas, y consiguió, junto a una camada de intelectuales mapuches que se precipitaron sobre medios y editoriales en los últimos años, darle una nueva energía a las voces indígenas. Columnista y reportero, Cayuqueo hace años viene demostrando que la demanda indígena puede ser el desafío más globalizado y actual de Chile. Irónico -por acá se pregunta si la barba que le está saliendo no pondrá en duda su linaje mapuche-, Cayuqueo ha fundado diarios y revistas mapuches; sus libros son superventas. El primero, Solo por ser indios, tenía la foto de un peñi en zapatillas en el campo. Ahora va por el segundo tomo de Historia Secreta Mapuche. Y vienen más.
¿Qué estás leyendo?
Estoy leyendo muchas memorias de viajeros del siglo XIX para un futuro nuevo libro. El último que leí fue Quince días en las soledades americanas. Cuenta el viaje que el jurista Alexis Tocqueville hizo a las tribus nativoamericanas de Michigan en 1831. El francés era lector de las novelas del escritor James Fenimore Cooper y buscaba, por así decirlo, a los personajes de El último de los mohicanos. Pero llegó tarde. Estados Unidos por entonces ya avanzaba sobre las tribus de los Grandes Lagos y de los jefes nativos tan solo quedaba el recuerdo.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de la cuarentena?
Lo mejor, el poder pasar mucho tiempo encerrado en mi ruca escribiendo, leyendo, viendo series y pensando nuevos proyectos. Los escritores pasamos mucho tiempo solos, encerrados, se podría decir que una cuarentena es nuestro estado natural cuando estamos escribiendo algún libro. Lo peor, que esta pandemia coincidió con la aparición del tomo dos de Historia secreta mapuche y se extraña el contacto con los lectores en ferias, charlas, firma de libros, cosas que disfruto mucho en esta época del año. Que me perdonen los influencer pero lo virtual jamás reemplazará el cara a cara.
¿Alguna grandeza, alguna bajeza que hayas visto aflorar?
Grandeza me parece que es lo que define el trabajo de la gente en los hospitales: médicos, enfermeras, funcionarios, creo que se han sacado la cresta arriesgando su propio bienestar y a veces en condiciones bastante precarias. Merecen todo nuestro respeto y gratitud. Bajeza creo ha sido el actuar de aquellos que van en helicóptero a comprar tomates a Cachagua burlando cuarentenas y barreras sanitarias. Hay tomates mejores y mucho más cerca.
En términos más generales ¿alguna cuestión que el encierro te haya permitido advertir, repensar…?
He advertido algo bastante poco trascendental: que si tengo pelos en la cara. Está la creencia que los mapuche somos lampiños y es verdad, yo me afeitaba una vez a la semana y más de ocioso que por necesidad. En cuarentena decidí no hacerlo más y ahora luzco una barba canosa bastante respetable. Esto me ha llevado a repensar mi porcentaje de mapuchidad. ¿Seré mestizo? ¿Habrá algo que mi familia no me ha contado? He soñado que mi madre me dice; “Hijo, te adoptamos de una familia González”. Es una pesadilla recurrente.
¿Qué piensas que debería cambiar, prioritariamente, cuando el mundo, y el país en particular, superen la pandemia?
Ojalá hubiera un cambio en la frenética forma en que vivimos. Se puede vivir sin gastar en huevadas que no necesitas, se puede vivir sin tanto consumo, con lo mínimo, haciendo incluso tu propio pan, cultivando tu propia huerta. No es un llamado tendiente a lo salvaje, es un aterrizaje con la realidad. Este planeta, por ahora el único que tenemos, lo estamos haciendo bolsa y te aseguro que tarde o temprano encontrará la forma de deshacerse de nosotros. La interpretación mapuche de la pandemia trata de eso, de desequilibrios, ajustes y control de daños, no de alguien que se comió un murciélago al otro lado del planeta.
¿Recomiendas especialmente algún libro, disco o película para entender mejor este tiempo, cuál y por qué?
Una serie, The Walking Dead, para aprender técnicas de sobrevivencia cuando los zombies o wintranalwes tomen el control del planeta en la fase cuatro del coronavirus. La clave es golpearlos en la cabeza. Les adelanto que las armas de fuego no serán de mucha utilidad, es mejor aprender el uso de lanzas, cuchillos y espadas. Practicar atletismo también puede ser útil.
¿Cómo crees que se recordará este período en la historia mapuche?
No lo sé. Epidemias muy letales y que causaron estragos en nuestra población a fines del siglo XIX, de colera y viruela, no ocupan un lugar destacado en nuestra memoria oral. Pareciera ser que somos un pueblo que recuerda mucho más lo positivo, las épocas de abundancia y bienestar, y no tanto las calamidades o sucesos tristes. Es algo muy sabio y tal vez allí radica la clave de la larga resistencia mapuche; recordar siempre por qué vale la pena vivir, en vez de reivindicar razones por las cuales valdría la pena morir. La muerte, decía mi abuelo, no es buena para la salud.
¿Qué esperarías que cambie concretamente en la Araucanía cuando las cosas se retomen?
Mi esperanza es que se retome el proceso constituyente donde quedó pendiente votar en el Congreso los escaños reservados para pueblos indígenas. No me imagino una nueva constitución sin participación efectiva de las primeras naciones, sería una estafa y una vergüenza. Yo veo en el proceso constituyente una valiosa oportunidad de abordaje político y no policial al conflicto en Araucanía, ese ha sido el gran déficit de todos estos años.
¿Alguna gran desilusión en cuarentena?
Nuestra gata Neyén, ya no nos soporta en casa y quiere que nos largemos cuanto antes. No esperaba tamaña ingratitud.
¿Cambió algo de lo que pensabas en este tiempo?
He aprendido a medirme un poco más en Twitter, no soy epidemiólogo y la verdad no tengo idea de virus y pandemias. Ha sido un baño de humildad esta pandemia. Por eso en vez de criticar prefiero hablar mapuchidades o comentar series. Sí creo y estoy convencido que Mañalich lo ha hecho pésimo pero en lo político, no en lo técnico. Pasa que comunica pésimo, horrible. Y en tiempos en que gobernar es comunicar resulta fatal.
¿Cómo te imaginas el futuro?
Con mascarilla permanente. Me volveré un turista japonés.
¿Qué foto resume bien esto por lo que pasamos?
Una que tomé hace unos días en el aeropuerto de Santiago, absolutamente desierto a media tarde, penaban las ánimas. Eso me impactó mucho, ver las pantallas con todos los vuelos cancelados, los locales de comida cerrados, todo muy de serie apocalíptica. Hubo un momento en que estuve solo, absolutamente solo por largos minutos. Luego llegó un taxista y nos abrazamos largamente… No, pero casi. Es increíble lo que estamos viviendo a nivel global, se lo vamos a contar a nuestros nietos y sospecho no lo van a creer.
¿Qué escuchas por la radio?
Noticias, soy enfermo, puedo escuchar noticias todo el día y como siempre tengo sintonizada Tele13 Radio en casa y en el auto además de enfermo soy masoquista.
¿Qué ves por la tele?
Poco y nada. El noticiero de la noche, una mala costumbre que no se me quita, y a veces, muy tarde, capítulos de Mea Culpa que retransmite TVN. Carlos Pinto es un placer culpable, reconozco que más de una vez he buscado capítulos viejos de su programa en Youtube.