Tomé un micro bus de Valpo a Viña y fui testigo de un síntoma preocupante que me puso paranoico, se subió un poeta a recitar sus poemas, lo peor fue que su versificación no era patética, como era de esperar, no era un amateur, no, se notaba algo de oficio y manejo de recursos técnicos y exhibía un imaginario poético moderno. No pude si no escucharlo unos minutos y me bajé apenas estuve a unas cuadras de mi destino. Para mí esto significa que la crisis está desatada. Los poetas, junto con los políticos y los empresarios son la tribu social con más voluntad de poder que existe y están en las calles, salieron de sus tugurios a la disputa.
Los procesos largos son una tontera del pasado, hoy con la inmediatez que nos imponen las redes y la velocidad acontecimental hay que actuar rápido.
Todo esto ocurría en plena ocurrencia del Festival de Viña, que es una hedionda concha acústica que funciona como termómetro de los acontecimientos político sociales del año que viene, por eso es al final del verano. En la mañana de ese día de febrero no se podía circular por la Plaza de Viña del Mar, saturadas por el aroma de las lacrimógenas de la noche anterior. No podemos vivir sin esa picantería que nos constituye, sin ver el espectáculo que da cuenta de lo que somos. Picantería necesaria porque mide pulsaciones, despliega conflictos, expone subjetividades identitarias y le sirve al progresismo y a la cultura de izquierda para contrarrestar la omnipresencia mediática de la perras derecha durante todo el año.
A Piñera hay que pedirle la renuncia ya y decirle que lo haga por Chile, como un gesto de humildad frente a su proyecto político fracasado y al gobierno fallido que dirige, al parlamento hay que exigirle lo mismo, y que una comisión de huevones notables y administrativos estatales con vocación de nerds se haga cargo del país hasta el plebiscito. Esa decisión loquita serviría para frenar la violencia urbana y descomprimir la huevada, para que no siga escalando. Los procesos largos son una tontera del pasado, hoy con la inmediatez que nos imponen las redes y la velocidad acontecimental hay que actuar rápido. Yo voy a plantear esto en la próxima asamblea que vaya a la Escuela México en Placilla. Me imagino que de ahí, esa decisión, podrá llegar a otras instancias orgánico sociales que constituyen el cordón ciudadano regional, y luego alcanzar nivel nacional.
Marzo y abril debieran ser los meses más aburridos del año. Porque están sometidos a un exceso de futurización previa, lo que implica preparación de protocolos que extreman de tensión el acontecimiento y lo hacen aparecer antes de tiempo, por lo tanto lo neutralizan.
Entonces, hoy La pregunta ciudadana fundamental es: ¿Desde donde uno lucha contra las élites que impiden la democracia? Tenemos claro que hay diferentes frentes de lucha dentro de los territorios, la educación, la cultura, el derecho al agua, a la vivienda, las pensiones, los salarios, la concentración económica e injusticias varias que están en el ADN de lo que somos, etc.
Sí, de algún modo u otro (modo), etcétera, y sobre todo etcétera. Que país de mierda, monotemático y maximalista. Con esto de la demanda social (me resisto a llamarlo estallido, se trata de una insurrección pop y punto) los miembros de las familias comienza a pelearse, los amigos se insultan y se separan.
Lo que más odio me provoca es que la etnia política trata de protagonizar todos los eventos. La sensación que tengo es que el sentido común de derecha quiere matar, quiere a un nuevo Gómez Carreño que fusile delincuentes y saqueadores, y etc. Además creo que el gobierno quiere enfrentar a la gente contra la gente, por eso está sacando fachos a las calles con banderas del supremacismo blanco. Yo tengo la mía de la gloriosa Corea del Norte.
Sí, de algún modo u otro (modo), etcétera, y sobre todo etcétera. Que país de mierda, monotemático y maximalista. Con esto de la demanda social (me resisto a llamarlo estallido, se trata de una insurrección pop y punto) los miembros de las familias comienza a pelearse, los amigos se insultan y se separan. Yo mismo me enojé con uno porque se compró la campaña del terror de la derecha. En algún momento iba a llegar el momento en que los niños del Sename nos cobraran la cuenta, por decir algo que debiera funcionar como una metáfora.
Yo, en la personal, me dedico a plantar arbolitos nativos y a reciclar basura. Ese es mi humilde aporte a la democracia popular.
Quiero terminar con un poema ordinario para la galería:
“Dame la mano y acompáñame/ no sin antes pasartela por/ la zona más peluda, para que ese/ pegamento seboso que de ahí provenga/ nos haga uno en la lucha, en la encrucijada/ de los cuerpos fraternos./ Podemos bailar junto al fuego/ de nuestra barricada/ y entonar los himnos tribales/ que acompañan la ceremonia/ de la calle en disputa/ y del atardecer fiscalizado./ No amor, no busques mis labios/ busca la melodía rabiosa/ y únete al coro/ de nuestras verdades obscenas.”