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-Amada, menos mal que la insurrección popular, así quiero llamar a las movilizaciones contra el gobierno y sus políticas neoliberales, y no usar la expresión blanda de “explosión social”, tiene un lado creativo y lúdico, y, por qué no decirlo, artístico. Sí, porque la política institucional no es capaz de tener la efectividad y la potencia del arte que produce la comunidad. Por eso nuestra política es una soberana lata y una gran estafa, porque no deja circular el deseo ciudadano y sólo apuesta a negociaciones urgidas que surgieron gracias a la violencia callejera.
Como que el arte nos salva y la política nos condena irremediablemente al fracaso neurótico de la militancia hegemonista y uniformadora. Amada, ¿la Mesa Social representa a la ciudadanía, qué crees tú?
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-Percibo que el estado del arte es muy potente, amada, lo digo a propósito de la obra Un Violador en tu Camino, con el acusador estribillo “el violador eres tú”, cuya tesis clave es que el poder es un abusador sexual, sobre todo apuntando al cuerpo de la mujer. Hace un buen rato que la izquierda exporta imaginarios artístico-simbólicos, desde la Unidad Popular, pasando por la dictadura y ahora la canción El Pueblo Unido y Pateando Piedras, y también esta performance feminista que se está replicando a nivel internacional. La resistencia política, a veces, es tan como el hoyo que lo único que logra sostener las demandas es la mediación artística, como que la producción artística reorienta la protesta. Este protagonismo del arte es todo un acontecimiento que forma parte de las nuevas tendencias del arte contemporáneo, que es la de insertarse en los procesos sociales y hacer de puente y posibilitador-continuador de las aspiraciones ciudadanas. Para mí fue emocionante ver la performance en la Plaza Sotomayor. Es tan fuerte el gesto acusador que cuando recitaban el enunciado: “el violador eres tú” incluyendo la apuntada con el dedo, uno como audiencia pasiva trataba de hacerse a un lado para neutralizar el efecto apelativo.
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-Amorcito, hoy sábado participé de un almuerzo comunitario en mi barrio, concretamente en el cerro Bellavista, a donde usted me va a ver a veces. Un grupo de vecinas lo organizó y realmente fue hermoso. Hubo también actos artísticos. Todo esto se llevó a cabo en un anfiteatro que hay a un costado del ascensor Espíritu Santo. Este simple acto comunitario vale como paradigma organizacional para consolidar las conexiones básicas y los afectos tan necesarios de la movilización de la gente para enfrentar lo que se viene. Semanas antes habíamos estado caceroleando. Amada, yo sólo aspiro a compartir las cosas hermosas con la comunidad, en contraste con todo lo feo, por ahora con eso me basta. Porque los plebiscitos y la nueva constitución, y el efecto notorio de las demandas son todavía algo remoto, por eso hay que atesorar estas micro gestiones colectivas que son una épica en sí misma. Más temprano había participado de un cabildo en cerro Monjas que trataba los temas más duros, en las diferentes comisiones que están funcionando. Yo participo en la de arte y cultura, hay de educación, pensiones, salud y otras. Es súper importante que la gente siga movilizada y no solamente manifestándose en la calle, sino en situaciones de participación y propuesta vecinal, teniendo como objetivo estratégico, la constituyente. Me imagino que las municipalidades son fundamentales en esto, a pesar de sus modos primitivos de gestión. ¿Qué es lo que me aterra, amada? Las patologías del gorilismo de izquierda, a pesar de que los partidos no están en primera línea, pero siento su presencia muy cercana, como respirándote al oído. Siento, querida, que las elites producen un mundo que está lejos de nosotros.
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-El otro día, amorcito, tomé la camioneta que me prestó mi tío Federico para trasladar materiales para el enchulamiento de mi casucha en Placilla y cuando doblé por un costado de la comisaría que hay en el cerro Florida hacia avda Alemania, cerca de la Sebastiana, me topé con un Audi de alta gama que estaba con las luces intermitentes. Me pareció insólito ver un auto así en el barrio, mi sorpresa fue mayúscula cuando lo vi entrar al garaje de la comisaría. Mis pregunta es simple, de quién es ese auto, por qué ingresaba a la comisaría. ¿Si es de un funcionario me parece que no corresponde? Siempre he dudado de carabineros en Valpo, alguna vez vi un programa de TV que mostraba un lugar de venta de drogas en calle Huito que daba cuenta que carabineros tenía alguna relación de complicidad con la persona que regentaba el lugar. Amada, no quiero tributarle a las teorías conspirativas, pero lo concreto es que las viejas instituciones se desmoronan y eso debemos enfrentarlo en el nuevo contrato social que debiéramos contraer.
Fue emocionante ver la performance en la Plaza Sotomayor. Es tan fuerte el gesto acusador que cuando recitaban el enunciado: “el violador eres tú” incluyendo la apuntada con el dedo, uno como audiencia pasiva trataba de hacerse a un lado para neutralizar el efecto apelativo.
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-Amorcito, el saqueo incendiario no sé si tendrá justificación estética, pero como registro de imagen sostiene un dramatismo potente, a pesar de la distancia absoluta con la conciencia crítica que anima al pueblo que se manifiesta transparentemente en las calles, incluyendo a la primera línea combativa que diseña barricadas y capuchas Crhistian Dior. Como que el arte nos salva y la política nos condena irremediablemente al fracaso neurótico de la militancia hegemonista y uniformadora. Amada, ¿la Mesa Social representa a la ciudadanía, qué crees tú? ¿El parlamento no debiera protagonizar la gran negociación política, no te parece que ellos son parte del problema y no de su solución? Por decirte algo.
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-Cariño, pensiones, reforma tributaria, sueldo mínimo, deuda pública, sistema de salud, cuotas de género y pueblos originarios, son relatos pendientes en un nuevo orden socio político, quería recordártelo antes de irme para la casa o a la chucha, que es casi lo mismo, para que no me olvides, maldito amor.